Dejando el nido -2008
Hello,
Corredera en las mañanas, llegar del trabajo a preparar comidas, cuidarme sola, tomar transporte público, aprenderse el nombre de las calles y avenidas, atender cuentas, aprender a ser en soledad, decorar un hogar, estar enferma sin los cuidados de Ita y de mamá, usar el internet para comunicarme con amigos, montarme en un bus para llegar a un pueblo que no conozco, usar mapas para ubicarme, montar el metro, llamar al otro lado del mundo solo para escuchar una voz conocida, ir al super... El 2008 ha sido un año inolvidable sin duda.
Muchas veces la gente joven piensa en mudarse e independizarse, pero así también se abstienen de hacerlo por múltiples razones. Entre ellas las principales suelen ser las limitaciones económicas y el apego afectivo al núcleo familiar.
Como latinos es común pensar que se deja la casa de los padres cuando ha llegado el momento de formar familia propia, más aún cuando se es hija mujer, ya que en pleno siglo XXI hay padres que todavia nos exigen que salgamos de casa de velo y corona.
Afortunadamente mis padres no son así. Nunca me han detenido cuando he querido intentar algo nuevo. Mi papá además de ser el mejor papá del mundo es sin duda mi persona favorita, tenemos una comunicación excelente y le agradezco el haberme criado para ser una mujer valiente.
Este año me tocó vivir fuera por cuestiones de trabajo. Dios es tan grande que puso en mi camino la gran nación mexicana, una tierra llena de cultura, tradiciones y sobre todo mucho calor humano. Ha sido interesante y bonito vivir sola.
Mi apartamento es modesto comparado mi casa en Panamá. A pesar de estar fuera, aún no me nace hablar de "la casa de mis papás", eso me hace sentir bendita entre tantos que al salir de un hogar que los vio crecer, logran en un abrir y cerrar de ojos hablar de "la casa de sus papás" y "su casa". Tengo la dicha y la tranquilidad de escuchar la voz de mis padres todas las mañanas y en las noches. Estar lejos hace que uno valore mucho más a su familia, que se estrechen los lazos, que se ame más a la patria y se valoren más los detalles del día a día. También es una forma de cerrar con broche de oro una determinada etapa de la vida y comenzar a crecer con más libertad y sentando una misma las reglas.
Creo que en definitiva no estoy descubriendo el agua tibia con esto, pero sólo quería compartir brevemente con ustedes mis impresiones en mi primer año lejos del nido y recomendar a todos los que estén pensando salir de la casa de sus padres que lo hagan por la puerta ancha, porque la sangre se lleva de la cuna a la tumba y te sigue hasta la China.
Un abrazo,
-Hady.
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